Tener en cuenta la iluminación de tu zona de trabajo es un componente para mejorar el bienestar mental. Debemos contar con 4 puntos claves:
Colocación de escritorio.
Las ventanas juegan un papel esencial debido a que, si te da el sol, te deslumbra; y si te deslumbra, es nocivo para los ojos. De igual forma se debe de trabajar siempre un mínimo de una o dos horas al lado de una ventana con luz natural. Trabajar con luz artificial de manera continuada nos confunde.
Por esto se recomienda colocar la mesa o escritorio perpendicular a la ventana para que puedas elevar los ojos a un punto muy lejano cada 20 minutos; cuanto más lejos, mejor. También se propone que se coloque el escritorio no justo enfrente de la ventana, para que el sol no nos deslumbre, sino un poco más alejado, para que alcemos la cabeza y fijemos la mirada en el panorama que se abre ante nuestros ojos, sin necesidad de desplazar el cuerpo hacia otro lado.
La luz sobre nosotros y sobre el escritorio.
Debemos tener 300 lúmenes encima de nuestro puesto de trabajo con el fin de ver de bien: “Si no los tienes, se supone que la vista se esfuerza el doble para ver lo mismo”. Además, esta luz superior no nos debe llegar desde delante, porque nos cegaría, sino justo desde arriba.
Una lámpara generosa suspendida sobre la mesa o un flexo ubicado en frente de nosotros con luz cenital favorecerá la concentración y confort visual, con un nivel de iluminación de 300-500 lúmenes y una temperatura de color de 4000-5000 kelvin. Para evitar los deslumbramientos o reflejos, es recomendable usar superficies de mesa en mate y luminarias con protección antideslumbrante, o flexos orientables
Sobre la iluminación artificial, y para cuidar la salud ocular, hay que tener una parte “general o difusa”, que ilumine toda la zona de trabajo “lo más uniformemente posible” y que evite, de nuevo, los deslumbramientos en las pantallas. El oftalmólogo recomienda, además, una lámpara que proyecte una luz más “focal” para leer de cerca o manejar documentos.
Puntos de luz indirectos
Así mismo, es recomendable crear, por ejemplo, puntos de luz en las esquinas que no impacten de manera directa sobre nosotros. Es decir, debemos crear puntos de luz indirectos. Si las paredes son blancas, el foco se proyecta contra las paredes, de forma que la luz rebote. De esa manera generas luz indirecta, que es como luz ambiente y te permite estar en un lugar agradable, tranquilo y relajado.
Temperatura de color y sistemas de luz variables a lo largo del día
Hay que tener dos sistemas visuales: una luz de día y otra de noche. Por la mañana necesitaremos luz más fría que nos active y luz más cálida conforme avance el día. El sistema de luz diurna debe ser de 4000 kelvin para su compatibilidad con la luz del día y el nocturno, de 2700 kelvin o menos.